Una aproximación al análisis de la segregación residencial en el área Bogotá-Soacha (2010-2022)
Resumen
Bogotá y su área metropolitana han presentado múltiples cambios estructurales asociados a la consolidación de diversos patrones sociodemográficos, los cuales han incidido en la modificación de su paisaje y estructura urbana, debido entre otros, a la desconcentración de población desde Bogotá hacia sus municipios circunvecinos. Lo anterior, ha llevado a un aumento paulatino en la población y densidad poblacional de dichos municipios, destacándose los que se encuentran ubicados en su borde suroccidental como, por ejemplo, Soacha (Cundinamarca) cuya tasa de crecimiento poblacional aumentó de 2.33 en el periodo 1964-1973 a 19.75 entre 1973 y 1985.
Aunque la tasa de crecimiento poblacional de Soacha disminuyó hasta 4.53 en el periodo 2005- 2018, dicho municipio continúa superando a Bogotá en este aspecto, cuya tasa corresponde a 0.7 para el mismo periodo. Ahora bien, para el año 2015 según datos presentados en el atlas de expansión urbana de NYU, Soacha tiene una densidad poblacional equivalente a 274 habitantes por hectárea, que resulta mayor a la presentada por Bogotá para esa misma vigencia (221 persona hab/ha), resultando significativamente alta para una ciudad de tipo intermedio.
El aumento poblacional que se ha gestado en Soacha y sus patrones de densificación, pueden estar asociados al aumento significativo del costo del suelo residencial en Bogotá, que según datos la Secretaría Distrital de Planeación (2016) se ha duplicado en los últimos años, con un alza del 95,71 %, entre 2009 y 2015. Lo anterior ha conllevado a que la vivienda de tipo social sea construida en terrenos más baratos localizados en municipios aledaños a la capital, siendo los suelos bien localizados y servidos orientados a usos más rentables como el comercio o vivienda de alta renta. Cabe señalar que la norma urbana ha permitido el desplazamiento de este tipo de vivienda a estas municipalidades, favoreciendo las ganancias del mercado inmobiliario en detrimento de la función social de la propiedad consagrada en la Constitución Política de Colombia.
Ahora bien, la vivienda social en el área metropolitana de Bogotá se ha construido bajo la figura de macroproyecto en terrenos periféricos, generando una gran presión sobre los territorios urbanizados, pues las cesiones destinadas para el desarrollo de vías, espacio público y equipamientos colectivos suelen ser deficitarias, generando afectaciones en la calidad de vida de sus residentes y en los flujos de nuevos pobladores, que ven en este tipo de vivienda su única opción en materia habitacional.
Así pues, la mala localización de este tipo de viviendas y su poco acceso a bienes y equipamientos colectivos, ha afianzado la consolidación de la segregación residencial en los municipios circunvecinos de Bogotá, principalmente en los ubicados en su límite occidental entre los cuales se destaca Soacha (conurbado con Bogotá), en donde la construcción en altura de vivienda subsidiada ha crecido rápidamente, a diferencia de las vías y las fuentes de empleo, que siguen concentrándose en la capital. Esto ha favorecido un desajuste espacial entre Bogotá y Soacha, pues mientras la capital especializa sus usos del suelo en la construcción de vivienda altamente rentable, concentrando en su centro ampliado las fuentes de empleo, el paisaje urbano de Soacha y su perímetro urbano se han modificado profundamente a raíz de la construcción sucesiva de macroproyectos de vivienda, consolidándose como ciudad dormitorio. Dicho desajuste parece reforzar la condición de segregación de los habitantes de Soacha, quienes se ve relegados de la dinámica de la gran ciudad, al tener que padecer diversas externalidades negativas para desplazarse a Bogotá diariamente, como lo son el tráfico o la necesidad de recurrir a la multimodalidad de transporte, consolidándose un fuerte proceso de conmutación laboral entre estas dos entidades territoriales.
Debido a lo anterior, se plantea que la intensificación de la segregación residencial en el área de estudio que se ha gestado en las últimas décadas, responde a la acción del mercado inmobiliario como actor central en la construcción de vivienda y a la omisión del estado que se traduce en la flexibilización de su acción regulatoria en materia residencial, reforzando el desajuste espacial existente entre Soacha y Bogotá.
Palabras clave: Segregación residencial, conmutación laboral, desajuste espacial
Referencias:
New York University, Atlas de Expansión Urbana Colombia – Home. (s. f.) http://atlasexpansionurbanacolombia.org/
Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá. (2016). Región metropolitana de Bogotá: Una visión de la ocupación del suelo. Colección Integración Regional.
Isis Bernal
al216699@alumnos.uacj.mx
Colombia
Doctorado en Estudios Urbanos
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
México
Tutor: Vladimir Hernández